Glosario

GÉNERO: es el conjunto de características y de valores que la cultura y la sociedad atribuyen de manera diferente a varones y mujeres por el sólo hecho de haber nacido de un sexo o del otro.
ESTEREOTIPOS DE GÉNERO: son las creencias sobre las características, los rasgos, y los dominios de la actividad que se consideran apropiados para los varones y las mujeres. Las mismas conforman modelos de comportamiento que se aprenden socialmente. Por ejemplo, tradicionalmente, las características típicas de las mujeres son la piedad, la sumisión y domesticidad; mientras que la autoridad, y el comportamiento social, son rasgos compartidos por los varones.
MANDATOS SOBRE LA SEXUALIDAD: constituyen un conjunto de prescripciones y reglas sobre cómo deben comportarse varones y mujeres. Operan fuertemente entre los jóvenes a la hora de mantener una relación sexual, ya sea con una pareja estable o casual.
De este modo, nos encontramos con que la construcción social de la sexualidad masculina se basa en exaltar su virilidad. En otras palabras, para un varón tiene más fuerza lo que se espera de él como tal, como un ‘hombre de verdad’, que la experimentación de su propio placer.
En cambio, a la mujer se le enseña a controlar y reprimir sus deseos sexuales, con lo cual se vuelve más vulnerable a la hora de decidir sobre su propio cuerpo y poner límites al otro.
MITOS RESPECTO DE LA SEXUALIDAD: son expresiones que sirven para explicar y justificar un hecho influyendo fuertemente en los juicios, en las percepciones y en las acciones de las personas. Algunos mitos sobre la violencia sexual hacia las mujeres son:
 “seguramente hizo algo para que la violen”; “a las mujeres no hay que creerles”; “cuando una mujer dice ‘no’, en realidad está diciendo ‘si’”; “se la estaba buscando”; “ellas se muestran y después qué quieren…”.
En tanto, algunos de los mitos que circulan acerca de la agresividad sexual de los varones son:
 “Los hombres no pueden frenar sus impulsos a la hora de tener sexo”; “un hombre de verdad debe hacer el amor muchas veces y ser duro con las mujeres”; “nadie va a violar a una mujer que no lo haya provocado”.
SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA: se refiere al estado de bienestar físico, mental y social de la persona en todo lo relativo al aparato genital y sus funciones. Va mucho más allá de la ausencia de enfermedades, consiste en la posibilidad de llevar una vida sexual plena y satisfactoria.
Involucra los siguiente derechos: adoptar decisiones con respecto a la procreación, que incluye la elección voluntaria del cónyuge, la formación de una familia y la determinación del número y espaciamiento de los hijos; condiciones de igualdad y equidad de varones y mujeres, para el ejercicio de opciones libres de discriminación por motivos de género; y la seguridad sexual y reproductiva, es decir a una vida libre de violencia y coacción sexual y con derecho a la privacidad.
VIOLENCIA DE GÉNERO: La Ley Nacional de Protección Integral a las Mujeres Nº 26.485 del 2009, entiende por violencia contra las mujeres “toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal”.
VIOLENCIA FÍSICA: “es la violencia contra el cuerpo de la mujer produciendo dolor, daño o riesgo de producirlo y cualquier otra forma de maltrato o agresión que afecte su integridad física”. (Ley Nº 26.485)
VIOLENCIA SEXUAL: todo acto de índole sexual ejercido por una persona en contra del deseo y la voluntad de otra, que se manifiesta como amenaza, intrusión, intimidación y/o ataque, y que puede ser expresado en forma física, verbal o emocional.
Los modos más frecuentes en que aparece la violencia sexual entre los adolescentes heterosexuales son los siguientes:
 Acoso sexual: se manifiesta en formas de abuso verbal, visual o físico que comprenden comentarios sexuales y/o acercamientos físicos y manoseos vivenciados como ofensivos para las mujeres. Puede darse en la escuela, la casa, los lugares de recreación, la calle, etcétera, tanto por parte de varones conocidos como desconocidos.
 Negativa a usar preservativo: Esta conducta es frecuente en varones jóvenes que creen que “sin preservativo se siente más” y suelen negarse a utilizarlo. Según un estudio de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (SAGIJ) realizado a una población de 200 adolescentes de entre 13 y 16 años, “en la primera relación sexual, el 34 por ciento de los jóvenes no tuvo ningún cuidado, pero lo más grave es que en muchos casos se debió a que el varón no quiso cuidarse”. De esta manera, se pone en riesgo la salud de ambos, ya que se exponen a la transmisión de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y VIH/Sida.
 Sexo bajo presión: sucede cuando uno de los miembros de la pareja -generalmente las mujeres- se siente presionada/o para consentir o ejercer prácticas sexuales que no desea ni le agradan. En algunos casos, las mujeres sienten pena o culpa por decir “no” o han incorporado la idea que tener sexo es una obligación cuando se está en pareja, y creen que las consecuencias por negarse serán peores que tolerar la presión del compañero. (Velázquez: 2003; 69-77).
Una de las manifestaciones de este tipo de violencia es la coerción por el debut sexual.
VIOLENCIA PSICOLÓGICA: es la violencia que causa daño emocional y disminución de la autoestima o perjudica y perturba el pleno desarrollo personal o busca degradar o controlar las acciones, comportamientos, creencias y decisiones, mediante amenaza, acoso, hostigamiento, restricción, humillación, deshonra, descrédito, manipulación o aislamiento.
Incluye también la culpabilización, vigilancia constante, exigencia de obediencia o sumisión, coerción verbal, persecución, insulto, indiferencia, abandono, celos excesivos, chantaje, ridiculización, explotación y limitación del derecho de circulación o cualquier otro medio que cause perjuicio a su salud psicológica y a la autodeterminación.